Si acabas de comprar una refrigeradora y quieres mantenerla en orden desde el inicio, has llegado al artículo correcto.
Al igual que tu despensa, tu refrigeradora puede convertirse rápidamente en un desastre. Las verduras enterradas se vuelven blandas, las sobras se olvidan y te abasteces de extras, como un bote de mayonesa, porque no veías los dos que ya tienes. Evita duplicar la compra y reduce el tiempo que dedicas a buscar ingredientes organizando tu nevera de forma inteligente y eficaz. Esta tarea fácil y satisfactoria se puede realizar en un día, te ahorra tiempo y dinero, y aporta mucha cordura a tu mundo; aquí te explicamos cómo.
Evalúa lo que tienes
Como en todo proyecto de organización, el primer paso para desordenar es hacer un balance de lo que tienes. Empieza por vaciar todo el contenido de tu frigorífico y extiéndelo sobre una superficie plana, como una encimera. Puedes hacer este proceso estante por estante para evitar que los productos perecederos se echen a perder o utilizar una nevera para ocuparte de todo el frigorífico a la vez. Tira todo lo que esté estropeado, caducado o que sepas con seguridad que no vas a comer. Las sobras de carne que tengan más de tres días o las verduras cocinadas que tengan más de cinco días, también deben ser eliminadas. A continuación, limpia bien el interior.
Cree un contenedor para comer primero
Una forma inteligente de reducir el desperdicio de alimentos es almacenar los artículos que tienen una vida útil más corta al frente y al centro. Etiqueta claramente un contenedor de plástico con la leyenda “comer primero” y guarda los alimentos que deben consumirse en los próximos días, como las sobras, los yogures que están a punto de caducar o las frutas demasiado maduras.
Guarda los artículos altos en la parte de atrás
Hay algunas estrategias que facilitan la búsqueda de artículos. Para empezar, coloca todos los objetos altos y fáciles de encontrar, como una botella de zumo o de refresco, en la parte trasera del frigorífico. Coloca las botellas más pequeñas delante para que no se pierdan. Reúne los artículos que utilizas con frecuencia, como la mantequilla y el yogur, justo delante para no tener que rebuscarlos.
Esperamos esta primera parte de nuestra guía de organización te sea muy útil.
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